Una mujer divorciada, con dos hijas menores de edad de quienes tiene la custodia, nos contrata ya que el padre ha dejado de pagar pensión (500€/mes) alegando no tener ingresos.
Tras nuestra investigación pudimos demostrar que estaba trabajando en un negocio familiar en “B” y que contaba con ingresos suficientes para seguir pagando la pensión alimenticia que le correspondía.
Gracias a ello volvió nuestra cliente recuperó esos ingresos de 6000€/año para mantener a sus hijas.